Una teoría dice que el miedo al rechazo nos hace ser como los demás quieren que seamos, esto lo podemos comprobar cuando estamos diciendo SÍ, queriendo decir NO y viceversa. Por supuesto que es muy importante ser agradables con los demás pero sin pasar por encima de nosotros mismos; pero, ¿Qué pasa cuando ni siquiera sabemos quiénes somos, adónde vamos, cuáles son los valores que nos mueven? ¿Qué es lo que me gusta?
Es muy común que nos volquemos a opinar sobre los demás e incluso querer manejar la vida de otros, padres, hermanos hijos, amigos etc. Porque de alguna manera, las consecuencias las vivirán los que actúan, pero realmente de quien debemos ocuparnos es de nosotros mismos, y por lo tanto, viviremos las consecuencias de nuestros actos.
Es cierto que nos formamos en una familia y recibimos información genética y a través del ejemplo; pero a determinada edad debemos poner a nuestra formación de nuestra cosecha, agregar conocimientos, aprendizaje de nuestras propias experiencias, porque ser maduro emocionalmente es dejar de culpar a los demás de nuestros errores, y hacernos responsables de nuestras acciones; ya que solo nosotros viviremos las consecuencias de ellas. Así pues dejemos de depender de lo que otros hagan, digan o sientan para tomar mis pr
El primer paso para conocernos a nosotros mismos, es la aceptación… ¿Qué es lo que debemos aceptar? Eso, precisamente, si queremos voltear hacia nosotros mismos.
Para algunos de ustedes que están acostumbrados al autoconocimiento, esto debe ser muy fácil; habrá otros para los que pueda significar un serio problema; pero también habrá otro grupo para los que ni siquiera se le había ocurrido.
De cualquier manera, es bueno de vez en cuando dedicar un tiempo a la auto-observación; esto quiere decir que hay que serenar la mente, estar en calma y preguntarse a sí mismo si se es feliz. Si descubro que soy feliz, es un síntoma excelente, voy por buen camino; pero si no soy feliz, vale la pena detenerme a analizar un poco que es lo que pasa en mi vida de una manera honesta.
Hay que observar si vivimos de acuerdo a nuestra realidad y no nos estamos autoengañando; si somos honestos con nosotros mismos, ése es el primer paso hacia una vida más plena. No podemos solucionar ningún problema negándolo, así que el primer paso es darnos cuenta qué es lo que pasa con nuestra vida, descubrirnos ante nosotros mismos y aceptarnos con nuestros defectos y virtudes; sin juzgarnos, abrazando nuestras cualidades y nuestro errores, para que las cu